
El 17 de junio de 1908 fallece en Buenos Aires nuestro fundador Dn. ERNESTO TORNQUIST, rodeado de sus familiares y sus amigos más íntimos.
Murió a los 66 años y después de una larga enfermedad, aunque no había alcanzado esa ancianidad de los hombres de acción.
Su figura había adquirido el total desarrollo con que lo miran sus contemporáneos. Fino y sentimental. Caballero de perfecta cortesía que acogía con amable sonrisa a las personas que le eran presentadas. Andar inquieto, levita habitual, galera cuadrada, propias de su tiempo, barba y anteojos de oro y de mediana estatura.
El diario La Nación, en su editorial, no escatimó elogios y grandezas, ni vaciló en reconocer a Ernesto Tornquist “como el hombre que gobernó el país en el sentido más útil, convirtiéndose en un eminente hombre de negocios, responsable del progreso y de la estabilidad financiera de la Argentina a través de su Compañía en la última década del siglo XIX”.


