El rompehielos Almirante Irízar se incendió el 10 de abril de 2007, cuando navegaba por el mar Argentino a la altura de Puerto Madryn. Pudo ser salvado y remolcado. En 2008, casi un año y medio después, fue llevado al puerto de Buenos Aires. En los astilleros de la ex Tandanor fue sometido a una prolongada recuperación integral.
Ese día, el rompehielos ARA ‘Almirante Irízar’ sufre un incendio, que se inicia por una falla en los generadores y se propaga de forma tal que se tornó incontrolable. El siniestro se produce a unos 250 kilómetros al este de Puerto Madryn. Los 241 tripulantes y pasajeros pudieron abandonar el buque en las 24 balsas salvavidas, sin que se registraran víctimas.
Como consecuencia de ello, su comandante, el capitán de fragata Guillermo Tarapow, ordena el abandono de la nave, entre los evacuados se encontraba personal civil de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) y efectivos del Ejército, la Fuerza Aérea y de la Armada.
Buques que se encontraban navegando en inmediaciones, acudieron en auxilio del ‘Irízar’. Los primeros en arribar a la zona fueron el petrolero de bandera panameña ‘Scarlet-Ibis’ y el pesquero uruguayo ‘Magrit’, quienes iniciaron el embarco de los náufragos.
El barco quedó inutilizado. El deterioro era tan importante que en “un momento se pensó más en dejarlo como chatarra que en revivirlo. Se buscaron alternativas hasta que la decisión del Ministerio de Defensa fue recuperar el buque de la Armada y modernizar sus sistemas. En noviembre del año pasado, finalmente, el Irízar ingresó en (el astillero) Tandanor, en el puerto de Buenos Aires (Daniel Gallo
La Nación, 11/5/2010).
“El casco no fue afectado por las llamas, que doblaron las estructuras metálicas del interior. Esos hierros expandidos anormalmente pueden observarse durante las tareas de desmantelamiento. Dan una dimensión de lo ocurrido. Se cumplieron seis de las diez etapas previstas para quitar el material dañado. Al finalizar el proyecto habrán sido removidas 770 toneladas de hierro. El 30% más de lo que se estimó al comenzar la labor, informó el ingeniero Martín Canevaro, a cargo del proyecto”.
La restauración del emblemático navío exigió trabajos de ingeniería básica y de detalle; tareas de desguace, y renovación de los sistemas de propulsión y de generación eléctrica.
El ‘Irízar’ había cumplido una veintena de campañas en la Antártida desde que llegó a nuestro país en 1979. Había sido construido en Finlandia y fue adquirido para reemplazar al ARA “General San Martín”, el primer rompehielos de la Armada Argentina.
El rompehielos Irízar volvió a navegar el 25 de abril de 2017 y se integró a las campañas antárticas aportando su equipamiento renovado y sus irremplazables prestaciones.
Fuente: El Diario del Fin del Mundo